Como siempre y a pesar de vivir tiempos de profunda crisis, no solo en lo económico si no también de la ética y del pensamiento en general, tenemos algunos destellos desde el arte y la ciencia que nos hacen creer que, a pesar de todo, el ser humano no es exclusivamente el nono loco e idiota que suele parecer en este momento.
Y digo esto por que en estos dos días iniciales de Febrero, se acumulan varias noticias con tanto valor como bálsamo para la mente que parece mentira que pasen “de puntillas” en la prensa, casi sin ninguna repercusión.
Ayer conocíamos las fotos de una nueva tribu, aislada y desconocida para la mayor parte de la humanidad, en la selva peruana y en una época en la que se nos trasmite que no quedan zonas sin explorar de nuestro planeta. El encuentro no estuvo exento de dramatismo y termino con la muerte del guiá nativo que fue clave para el contacto de los exploradores con los Mashco-Piro.
En un plano totalmente distinto, pero no menos apasionante, el hallazgo de una copia de la Gioconda de Leonardo en los sótanos del Museo del Prado, presumiblemente realizada por uno de sus mas importantes pupilos, ilumina una interesante serie de debates sobre la obra original y el modo de trabajo de los pintores renacentistas.
Por último y gracias al Observatorio Europeo Austral hemos podido conocer una nueva imagen de la nebulosa NGC 3324, magnifico semillero de estrellas. Algunos medios se han quedado en la anécdota de su forma. ¡Allá ellos!
En momentos tan duros solo cabe la consolación por el arte y la ciencia: Fragmento de “Einstein on the beach” de Phillip Glass.
Una reflexión final ¿Cuantos proyectos de este tipo se cancelaran, en aras del “equilibrio presupuestario”, para salvar los intereses de los que ya tanto tienen?
2 de febrero de 2012
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