4 de julio de 2005

Mujeres

El semanal de "El Pais" de ayer recogia un magnifico articulo (como suele ser habitual) de Rosa Montero, en el que reflexionaba sobre el ratatimiento paternalista que se esta dando a la prostitucion desde sectores "progresistas" y como esto repercute nagativamente en la condicion femenina. Me ha parecido oportuno y "de ley" el articulo, sobre todo cuando me viene a la memoria una pintoresca ley sueca según la cual de dwescubrirse una relacion sexual mercenaria, se colocaba al cliente como delincuente y como posible detenido siendo la prostituta la victima. Como dice Rosa Montero esto, lejos de proteger a las prostitutas las coloca en la clandestinidad, que curiosamente es la peor de la marginacion de esta actividad mayoritariamente femenina. Ademas si esta ley pretendia proteger la dignidad de la mujer ¿Cuando sea un giggolo el implicado que pasara, defenderan du dignidad femenina o no haran nada?
Desgraciadamente esto solo va en el (sin)sentido de ver a las mujeres como seres indefensos, que exigen una tutela especial ya que no se pueden defender...y esto se defiende en nombre de la izquierda y el feminismo. Personalmente creo que hay que perseguir toda explotacion humana y sobre todo el trafico de seres humanos, pero las personas que "libremente" (todo lo libre que se ejerce una actividad que no enriquece personalmente) y bajo su responsabilidad y sin engaños, deciden dedicarse al mundo del sexo (y me refiero tambien a actores y actrices porno por ejemplo), al fin y al cabo venden algo suyo, que tienen pleno derecho de administrar como quieran y mientras no perjudiquen a nadie no tenemos derecho ni a juzgarlas. En el fondo es la vieja teoria de que debe prevalecer la libertad individual, en tanto no perjudique a terceros y solo los menores de edad deben de estar tutelados por su falta de formacion.

Afortunadamente en el mismo semanal y en el de la semana pasada aparacen reportajes de mujeres, de mujeres de verdad, de las que no parecen necesitar salvadores o cuidadoras. Cientificas y artistas. Grandes mujeres. Grandes personas con derecho y criterio propio. Como todas las mujeres.
 

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