28 de septiembre de 2007

El héroe anónimo.

Es muy fácil matar a una persona.Los seres humanos no hemos triunfado en la naturaleza por ser los mas fuertes ni los mejor acorazados. No tenemos garras y nuestro cuerpo es blando, frágil incluso.
Probablemente hemos triunfado mas por tenacidad y por la capacidad de organizarnos que por otra cosa. Así, cuando un manifestante se enfrenta al ejercito de un dictador, tiene muchas posibilidades de terminar cadáver y esto da miedo, suele amordazar pueblos y naciones enteras. Pero esa misma tenacidad y esa capacidad de organizarnos y cooperar hace que siempre, tarde o temprano, algunos se levanten y se opongan a la tiranía. Lo vimos en China donde un hombre paro un tanque y una revuelta estremeció el país mas poblado de la tierra. No siempre triunfan, pero aun así alguien sigue protestando, y al tiempo y después de mucha sangre terminan triunfando. Lo vimos en Chile donde Pinochet demostró ser un perjuro y un cobarde frente a la justicia nacional e internacional.
Al final lo que sale no es siempre lo que debería haber salida, crece un poco como un hijo descarriado, como paso en Rusia, pero otros vendrán a protestar. Así la historia de la humanidad va llenándose poco a poco de héroes anónimos que no pasan a los libros de historia, no tiene estatuas ni están enterrados en monumentos a los caídos, pero que han sido el combustible del cambio. Pasa ahora, en este momento, en Birmania donde los ríos bajan repletos de cadáveres torturados, donde un pueblo harto de la semiesclavitud y el abuso, un pueblo harto de morir en silencio protesta y grita.
La comunidad internacional les abandonara de nuevo por oscuros intereses económicos, volverán a masacrarlos, tal vez fracasaran, pero seguro que alguien retomara la protesta e incluso triunfaran. Volverán a olvidarse esos héroes anónimos que bajaban muertos por el río.
Hagámosles un poco de justicia y recordemos a todos los muertos de las dictaduras, ahora reflejados en esos monjes birmanos masacrados sin piedad o en este fotografo que se defiende de un fusil con su unica arma: la camara.
Se lo debemos.
 

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