Las elecciones de ayer han arrojado el resultado previsto: Sube el PP y se hunde el PSOE, con la promesa implícita de aquellos de acabar con la crisis. El como no ha parecido importar pues en ningún momento se ha detallado el como se va a obrar el milagro de los panes y peces en versión moderna: Mantener los servicios sin subir impuestos y disminuyendo el déficit, impulsando la economía sin intervenir en ella. Fabuloso, es decir propio de una fabula.
De momento, entre comunicados veladamente malintencionados de unos y lamentaciones de otros, la piedra de toque parece ser la elección del nuevo ministro de economía, como resume un articulo de la edición de hoy de “Cinco días”, a la que según una noticia del diario digital “Hispanidad” (No muy progresista precisamente) Alemania ya ha presentado su candidato. Los mercados, como se dice ahora, no han dado tregua y la prima de riesgo aumenta en tanto que la bolsa se desploma.
No parece que el PP despierte la confianza inmediata, al contrario de lo que habían vendido en la campaña. Plegarse a los deseos de tener un tecnocrata en el ministerio de economía manifestados por Berlín y Bruselas, garantizaría el apoyo de la Unión Europea y de la Todopoderosa canciller Merkel y supondría poner otra pieza en el puzzle sur-europeo (Tras Grecia, Portugal e Italia) de lo que parece cada día mas el nuevo Imperio Alemán.
Garantizada la tranquilidad económica para el gobierno conservador este podría dedicarse a lo que parece que mas les gusta: Disminuir los gastos sociales, ejecutar una profunda reforma laboral y fiscal que borre a los sindicatos del mapa efectivo de la negociación, favoreciendo a las clases mas acomodadas y a los grandes grupos empresariales y volcar a la derecha la sociedad, eliminando o adulterando las leyes mas progresistas (Aborto, Matrimonio Homosexual, Educación, Memoria histórica, etc.), favoreciendo una aculturación de grandes capas sociales que favorezca un cuerpo electoral poco critico y acomodaticio. Lo hemos visto en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, en las como por casualidad han florecido tramas corruptas por doquier (Camps, Gurtel, Umbra, Cerrichera, etc).
Mozart escribió en 1791 una obra que ilustra esta época que vivimos.
Su réquiem.
Visto lo visto, parece que mas que nuevo presidente de gobierno hemos escogido virrey del imperio. Claro que ya lo decía Benjamín Franklin:”Aquellos que están dispuestos a sacrificar una libertad esencial por la seguridad, no son dignos ni de la seguridad ni de la libertad”
21 de noviembre de 2011
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