De vez en cuando, muy de vez en cuando, los jurados de los premios salen de sus torres de marfil y hacen algo que les reconcilia con la realidad. El Príncipe de Asturias a Leonard Cohen ha sido uno de esos escasos momentos.
Su recuerdo de Janis Joplin, bálsamo para que los feos comprendamos que podemos atesorar belleza. Y viceversa, claro.
13 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario