7 de abril de 2011

La estupidez humana

Pruebas de que la estupidez humana parece carecer de limites tenemos día tras día, pero pocas veces lo he visto expresar mas elegantemente que en este hermoso tema de Joni Mitchell, que tuve la suerte de descubrir gracia a un programa del inefable Ramón Trecet (aunque el programaba la versión de Judy Collins).



La letra que envuelve esta exquisita melodia es descorazonadora:

“...........
Tengo una limusina negra
y dos caballeros
me escoltan a las salas
y toco si tienes dinero
o eres mi amigo.
Pero el hombre solitario
en la esquina del bar
estaba tocando realmente bien,
¡Y gratis!.

Nadie se paró a escucharlo
a pesar de que su música era tan dulce y buena,
por que ellos sabían que nunca
había salido en televisión,
así que pasaban de su música.
...........”

Escrito por uno de los iconos de la composición de la época dorada del rock. Tremendo ¿No?

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