Alas rotas.

El mundo hoy es un lugar un poco mas triste. Hoy ha aterrizado de su última misión el transbordador Atlantis, cerrando una época en la exploración espacial tras la cual la NASA, motor de esta parece haber perdido el norte entre las llamadas a la rentabilidad inmediata y la busqueda del conocimiento. El que los trasbordadores espaciales, joyas tecnologicas de su momento y que han llegado mucho mas alla de su fecha prevista de retiro, mueran sin sustituto dice sin lugar a dudas que opcion ha ganado, una vez màs.



Hasta siempre, algunos no os olvidaremos.

Ladrar, ladrar, ladrar...

Ladran de nuevo las agencias de calificación, sembrando esa duda que tan bien viene a los inversores en deuda soberana europea para hacer subir los tipos de interés a cobrar. Ahora, cuando el objetivo es Italia, uno de los paises del antes venerado G7, se dan cuenta en la Unión Europea que estas agencias no son mas que timadores profesionales que hacen sus predicciones mediante bolas de cristal empañadas por la avidez de beneficios.

Por que si siguen acosando a los países emisores puede llegar el momento en que alguien, con un par de narices, suspenda pagos y entonces todo este castillo de naipes, toda esta estafa piramidal que manda a la miseria a trabajadores griegos o portugueses para justificar los trajes de 3.000 euros de los financieros y “altos funcionarios” se desplomará. Y se llevará por delante buena parte de la “querida” banca del lobby financiero centro-nord-europeo (con el eje París-Berlín a la cabeza) que mangonea a su antojo la Unión Europea.

En fin, dicho con un poco de humor:



¿Piensan estas agencias estadounidenses como quedaría el mundo con una Europa arruinada? Vamos subidos en un bólido conducido por idiotas, imbeciles irresponsables y codiciosos, directos al desastre si alguien no lo para.