Es curioso como a veces, por mucho que quieran disimularlo, a la derecha de este país le sale el sombrero de señorito a la primera de cambio. Como muestra bien vale este botón murciano en las elecciones locales de 2007: En las pedanías de la capital cercanas al monte (la llamada cordillera) se vive un furor asfaltador inusitado y selectivo. Esto es así por que, en el mas puro estilo de país tercermundista tan bien retratado por Berlanga en la película parafraseada en el titulo, cuando el actual alcalde del PP va a dar un mitin o a inaugurar algo, misteriosa y rápidamente se asfaltan los tramos mas penosos de nuestro maltrecho entramado urbano. Eso si, solo hasta donde alcance la vista del susodicho que no es cuestión de despilfarrar. Luego pasan años sin que este individuo pase por aquí y las calles caen en su habitual abandono, del que no salieron las que no piso el alcalde y que mantienen sus baches de “a palmo” (literalmente).
De lo que no se puede acusar al PP es de adecuarse al auditorio al que se dirige. En pedanías donde piensan que hay mas “gente bien”, como en La Alberca, se cita a los militantes a una comida o cena en un restaurante mas o menos de postín. En cambio donde creen que imperan el populacho, como en Los Garres, se ofrece una fiesta-mitin con “bocadillos y cerveza a go go” (frase literal del coche de megafonía).
En fin, que aunque la mona ase vista de seda.......
¡Y lo mas triste es que, a pesar de este comportamiento propio de los mas decimonónicos caciques, ganaran!
20 de mayo de 2007
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