Ultimamente, en aras de lo políticamente correcto, tenemos la costumbre de no llamar a las cosas por su nombre y dar circunloquios absurdos. Así parece que no hay nadie dispuesto a calificar como se merece la actitud del líder del PP. Rajoy sistemáticamente se vale de los cuerpos de las víctimas, da igual que sean de atentados que de soldados, para verter veneno en la convivencia del país. Todo vale, sin pensar en las propias víctimas, sin pensar en el asco tan profundo que nos produce su comportamiento a muchos ciudadanos, sin pensar en el mal que le hace a la democracia, que parece importunarle mas que importarle (¡Que molesto que podamos votar la chusma!). Todo vale para conseguir lo que las urnas le negaron, hasta ese punto llega su pataleta de niño malcriado. Parece ser su segunda naturaleza el afilar los colmillos en cuanto huele un cadáver en que hundirlos. Parece el comportamiento de un autentico CARROÑERO (con perdón de hienas, buitres y demás animales inocentes).No deja de ser curioso, y revelador de la naturaleza de la derecha de este país, que el segundo de este carroñero sea el mismo incompetente ex ministro del interior, que no fue capaz de evitar el mayor atentado terrorista en la Unión Europea. Y no contento con esto, mintió ese día, mintió los siguientes y miente continuamente. Cualquier persona de bien, a pesar de haber intentado evitar la masacre, frente a un fracaso como aquel habría dimitido y pasado a ocupar un lugar discreto, si no por dignidad al menos por respeto las personas afectadas. Quizá sea un MENTIROSO compulsivo.
Pero parece ser que no bastaba con esto, había que buscar compañeros de viaje INDIGNOS del puesto que ocupan y que trasformaran asociaciones de víctimas en instrumentos, autenticas segundas marcas del PP, despreciando un foro que debería ser de dialogo y consuelo, de apoyo y solidaridad por un momento de falsa gloria en los medios de comunicación.
En fin, por si a alguien le quedan dudas, tenemos las imágenes de las manifestaciones anti-gobierno con el PP de la mano de la Falange (la cabra tira al monte) y terminado en lanzamientos nocturnos de cócteles molotov contra sedes del PSOE. Igual que esos otros valientes gudaris que parecen salidos de la misma caverna y que tienen el mismo respeto por la sociedad y el mismo interés en dividir y enfrentar a los ciudadanos del país. Probablemente la historia condenará a todos por igual, por irresponsables e inhumanos.
