
Ahora parece estar de moda decir "que buenos eran aquellos chicos, pero que inocentes...". Esta visión "naif" de una época sangrienta y apasionante (¿Por qué suelen ir juntas esta circunstancias?) de nuestra historia esta muy lejos de la realidad. Los que hemos tenido el privilegio de conocer gentes que vivieron esos momentos, que tenia veinte o cuarenta años entonces, sabemos que son (aunque cada vez mas eran) persona de carne y hueso, que cuentan su vida con el filtro rosado/grisáceo que da el tiempo pero que siempre tiene recuerdos de cosas bien y mal hechas en todos los lugares y circunstancias. La realidad de corrupción, apatía y apaños en que vivimos y la alienación mas o menos voluntaria de casi toda la población de España (si es que aún existe un país que podamos llamar así los que no nos hemos podido inventar otro), me hace reflexionar que lo mejor de esa época fue la esperanza que se genero en amplias capas de la población.
Esperanza de un futuro mejor, de una vida menos dura, que entonces lo era y mucho y luego lo volvió a ser mas, esperanza de cumplir lo que todos queremos: un trabajo digno, un lugar donde vivir seguros y donde ver crecer a los hijos con el horizonte de un futuro para ellos y donde la enfermedad, el hambre o la guerra no les llegue. Lo que, en el fondo, quieren la mayoría de los pobres desgraciados que mueren día intentando cruzar el estrecho.. Huir de la desesperanza y a la postre de la miseria. ¡Pero no pudo ser!, no; había muchos intereses mezquinos y mucho miedo entre la oligarquía económica y el clero y mucha incultura e intolerancia por parte de todos y no hubo punto posible de acuerdo. Y los intereses de las grandes potencias de la época (¡Que novedad!), que les importaba un bledo la gente que muriera y malviviese, terminaron de sembrar en España es futuro oscuro, pazguato y paleto, que es nuestro pasado: El franquismo.
En todos lado hubo errores y horrores, gente indigna y heroica, gente que defendió sus ideas y que tenia buenas intenciones, pero como en todos los conflictos armados al final suelen prevalecer los criminales sobre la gente ecuánime y razonable. Al final, cuando vencieron los que vencieron, al final solo quedaban canallas para gobernar, y así nos fue.
Yo, nunca olvido que al actual Rey lo nombró Franco (yo estaba aquí para verlo con mis propios ojos), aunque tuviera algo mas que una noche afortunada, y que Franco costo mucho a España y poniéndolo en la balanza frente a tantas buenas personas, frente a esos héroes republicanos masacrados y exiliados que dice Forges, en este día debo de brindar con un: ¡Viva la República Española!